Que el estrés engorda ya lo sabemos los que trabajamos en una consulta de obesidad pero día tras día los pacientes me preguntan el por qué de esta situación.

La mayoría usan la comida como ansiolítico y la ansiedad es la causante del sobrepeso. Sin embargo otros pacientes no pierden peso a pesar de someterse a estrictas dietas y asegurarme que no han realizado ningún exceso y este proceso es el que os voy explicar.

El culpable de todo es el CORTISOL la hormona del estrés. Es una hormona que el organismo fabrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a resolver problemas, a su vez el cortisol aumenta los niveles de glucosa (azúcar) en sangre para que tengamos “energía” para superar esa situación de emergencia. Una vez resuelto el problema todos los niveles de glucosa y cortisol vuelven a la normalidad en personas sanas.

Si el problema se prolonga en el tiempo y estamos sometidos a la situación estresante unos meses el nivel de cortisol permanece elevado, el estado de alarma de la persona es permanente y deja de enviar glucosa a la sangre, nos sentimos agotados al no tener energía y cada vez mas hambrientos porque solo conseguimos bajar el cortisol para que este haga su trabajo con la comida, claro momentáneamente, hasta que se eleve otra vez y el cuerpo nos pedirá mas comida.

Entonces amig@s ante esta situación la única manera de perder peso y romper este circulo sin salida será tratar los niveles de CORTISOL, ¿cómo?, os lo cuento en otro post.