A partir de los 38 o 40 años tu piel puede comenzar a notar los primeros signos de flaccidez. Para retrasarlos el primer paso es utilizar cremas especificas reafirmantes en los cuidados habituales de casa, pero lo más aconsejable es iniciar los tratamientos en la consulta de medicina estética donde existen soluciones que van desde el uso de INDIBA DEEP CARE hasta productos inyectables como la hidroxiapatita cálcica o RADIESSE o el ácido hialurónico RESTYLANE para favorecer la creación de colágeno y elastina, fortalecer la matriz de la piel y redefinir del óvalo facial.
Los efectos beneficiosos podemos resumirlos en el llamado “Efecto V lifting o elevación de los tejidos” que consiste en la recuperación de la forma natural del óvalo facial y una óptima distribución del volumen en pómulos y mejillas sin pasar por el quirófano.
